de carne y verso

-Pequeño rincón para la poesía. Esto no es "ciber-exhibicionismo", es un ejercicio de creación.-

Nombre:
Lugar: Ferraz, Madrid, Cocos (Keeling) Islands

domingo, octubre 09, 2005

CIERRA LOS OJOS

“Cierra los ojos.”
Y, mientras me tapas los ojos con tu pañuelo,
me pides que te toque.
Así. Sin más. Sin casi conocerte.
Sin saberte.
Prueba superada. Me has sorprendido.
Bajo el cielo de la noche
sólo la luna será testigo.

Yo, completamente a oscuras,
completamente ciego,
te imagino iluminada por ella
y me siento inexperto.
Que te toque.
No sé si se me ha olvidado acariciar.
Hace ya mucho tiempo
que no rozo, que no beso,
que en mi carne no siento el verso,
y me veo como un novato.
Pero, como siempre,
mi mente es más rápida que la mano
y se abraza a tus caderas
y sube,
y escala a la cima de tus pechos
y, mientras con suavidad te besa el cuello,
comienza a desnudarte.
El ritmo primero es lento
para pasar a ser salvaje.
Te obedezco y toco.
Te toco hasta que no queda
un rincón por tocar.
Te toco hasta que las yemas
de mis dedos saben a ti.
Te toco hasta que tu olor
penetra mi entraña.
Y cuando quiero acariciar
tus labios con los míos,
mi mente baja al suelo
y mi mano sube a tus ojos.
Entonces en verdad te toco,
despacio y con mucho miedo,
y, tras recibir un bofetón de sentimiento,
mi ojo moja tu pañuelo.
Mañana olerá a mí.
Hoy creo que te quiero.