OJOS AMARILLOS
Ojos amarillos
y mi hombro mojado.
Mil “te quieros” transparentes
y salados
manan de su corazón
y acarician su rostro.
Nunca se puede querer
demasiado,
se puede querer mucho
pero nunca demasiado.
Y a mí me quieren.
La sinceridad,
que brota en forma de agua,
me lo dice a gritos.
La felicidad es una mirada brillante.
2 Comments:
"Concédeme el olvido,
regálame el pretérito,
anhelo que sea, por favor…
imperfecto."
Esto lo escribí en el funeral de un sentimiento..., supongo que esa mirada acuosa debe ser muy explícita.., máldita sea mi suerte, que yo cerré los ojos ante un torrente..., y ahora (como Kristin Scott Thomas abandonada en La cueva de los nadadores) muero de sed (y de hambre). Sigue creciendo poeta loco.
neis:
qué más da si amarillos o rojos, azules o negros... quererlos demasiado, y ponerles color, es el riesgo de poner color a lo que uno ama, pero me gusta que no quieras demasido, eso quiere decir que siempre puedes querer un poquito más, siendo azul, verde o gris los ojos de quien quieras...
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